La poda de olivos se verá simplificada por las buenas tareas de abonado y tratamientos, es más necesaria en árboles viejos que en los jóvenes.
Los chupones que nacen en la base del armazón y el tronco, requieren una poda de regeneración, pero los que están situados a lo largo y en la extremidad de las ramas, son muestra de una poda enérgica.
Hasta que se obtenga la primera cosecha, la poda se reduce a suprimir brotes adventicios en el tronco.
La primera poda, luego de la primera cosecha, será poco severa, para no desequilibrar al árbol. Se eliminan ramas superfluas por debajo de la cruz elegida.
La mejor forma es aquella que exige menos poda, el árbol se arma bajo, de modo que reciba sol en las hojas y sombra en la corteza. Mantener el equilibrio de vigor en el crecimiento de las ramas, o sea, no intervenir, sino en caso de desequilibrio.
Es mejor optar por formas que no constriñan al árbol, dejándolo bajo, conformando un árbol con tronco corto, de unos 50cm, y por encima, tres cuartas ramas, que constituyen el primer piso. Las ramas secundarias se reparten a lo largo de aquellas, a uno y otro lado de éstas.
El centro de la copa debe quedar desprovisto de ramas gruesas, pero guarecido por ramas secundarias que protejan la corteza del sol. No es conveniente suprimir las puntas de las prolongaciones.
La poda se realiza antes de que comience la actividad, una vez concluida la recolección. Es preferible podar antes de que brote en primavera.
Estas podas se orientan a prolongar el periodo productivo del árbol. Una vez concluida la recolección de la aceituna, el olivo requiere de una poda.
La floración y fructificación, se presentan en las ramas del año anterior, y en particular, la ramita que ha fructificado una vez, lo hará nuevamente en años sucesivos, pero cada vez con menos vigor, y al cabo de 3 o 4 años, deja de producir por completo, hasta secarse y morir. Esto ocasiona que si no se poda por un tiempo un olivo, presente muchas ramas secas. Se cortan los brotes que ya produjeron, para favorecer la aparición de nuevas ramificaciones productivas. También se eliminan ramas secas, las muy viejas, y las enfermas.
En olivares de aceituna de mesa, se realiza un aclareo ligero de la copa para obtener el fruto del tamaño deseado.
La poda evita la vecería, alternancia de un año de mucha producción con uno de baja producción Luego de la poda se recomienda hacer un tratamiento con fungicida de cobre, para proteger los cortes y heridas de los hongos y bacterias.
Los olivos acumulan madera con los años, y desciende la producción y calidad de los frutos. La poda de olivos de rejuvenecimiento, se eliminan las ramas viejas, y se dejan las yemas adventicias.
Se puede proceder de tres formas:
- Terciado de ramas: se deja un tercio de la longitud de la rama, y se le hace a varias ramas cada año. Los tocones se dejan rebrotar.
- Descabezado: se corta toda la copa. Para que sea menos traumático, se hace en dos años, una parte de la copa cada vez.
- Recepado: es la poda más drástica, se corta al ras del suelo, de allí surgen muchos chupones, y se procede a una formación desde el principio.
Los chupones que nacen en la base del armazón y el tronco, requieren una poda de regeneración, pero los que están situados a lo largo y en la extremidad de las ramas, son muestra de una poda enérgica.
Hasta que se obtenga la primera cosecha, la poda se reduce a suprimir brotes adventicios en el tronco.
La primera poda, luego de la primera cosecha, será poco severa, para no desequilibrar al árbol. Se eliminan ramas superfluas por debajo de la cruz elegida.
La mejor forma es aquella que exige menos poda, el árbol se arma bajo, de modo que reciba sol en las hojas y sombra en la corteza. Mantener el equilibrio de vigor en el crecimiento de las ramas, o sea, no intervenir, sino en caso de desequilibrio.
Es mejor optar por formas que no constriñan al árbol, dejándolo bajo, conformando un árbol con tronco corto, de unos 50cm, y por encima, tres cuartas ramas, que constituyen el primer piso. Las ramas secundarias se reparten a lo largo de aquellas, a uno y otro lado de éstas.
El centro de la copa debe quedar desprovisto de ramas gruesas, pero guarecido por ramas secundarias que protejan la corteza del sol. No es conveniente suprimir las puntas de las prolongaciones.
La poda se realiza antes de que comience la actividad, una vez concluida la recolección. Es preferible podar antes de que brote en primavera.
Estas podas se orientan a prolongar el periodo productivo del árbol. Una vez concluida la recolección de la aceituna, el olivo requiere de una poda.
La floración y fructificación, se presentan en las ramas del año anterior, y en particular, la ramita que ha fructificado una vez, lo hará nuevamente en años sucesivos, pero cada vez con menos vigor, y al cabo de 3 o 4 años, deja de producir por completo, hasta secarse y morir. Esto ocasiona que si no se poda por un tiempo un olivo, presente muchas ramas secas. Se cortan los brotes que ya produjeron, para favorecer la aparición de nuevas ramificaciones productivas. También se eliminan ramas secas, las muy viejas, y las enfermas.
En olivares de aceituna de mesa, se realiza un aclareo ligero de la copa para obtener el fruto del tamaño deseado.
La poda evita la vecería, alternancia de un año de mucha producción con uno de baja producción Luego de la poda se recomienda hacer un tratamiento con fungicida de cobre, para proteger los cortes y heridas de los hongos y bacterias.
Los olivos acumulan madera con los años, y desciende la producción y calidad de los frutos. La poda de olivos de rejuvenecimiento, se eliminan las ramas viejas, y se dejan las yemas adventicias.
Se puede proceder de tres formas:
- Terciado de ramas: se deja un tercio de la longitud de la rama, y se le hace a varias ramas cada año. Los tocones se dejan rebrotar.
- Descabezado: se corta toda la copa. Para que sea menos traumático, se hace en dos años, una parte de la copa cada vez.
- Recepado: es la poda más drástica, se corta al ras del suelo, de allí surgen muchos chupones, y se procede a una formación desde el principio.